25/5/09

El verdadero virus


El gran vientre está enfermo, la Madre ha sido infectada y es su derecho recuperar la salud.

Pocos años de incubación, y ahora la fiebre, el sudor y el edema sintomatizan su mal.

Arde y alucina, se retuerce en escalofríos y se prepara para luchar contra el cáncer que le desaparece su verde cabello, le agrieta la piel y seca su boca.

Su voz quejumbrosa se apresta a tosernos para volver a tomar aliento. Lágrimas ha vertido y aun su abrazo no cesa, tampoco nos niega su canto de amor ni su insuperable belleza.

A tus pies sumiso, heme aquí sometido a la muerte inminente por devolverte tu bienestar.

Adiós Madre, perdón por el desamparo y gracias por el divino regalo de haberte acariciado y en ti verme reflejado.

¿Qué hemos hecho hermanos?, ¿Cuándo dejamos de ser hijos para convertirnos en plaga?

Vuelvo a ti Vientre azul, cuando así lo quieras, para sumirme en tu esencia y volver a nacer de ti, quizá con otra conciencia.

¡La Madre ha sido infectada y es su derecho recuperar la salud!

Mi último gesto de Amor será entregar con valor la vida de sueño que me has prestado.

Vive Madre, Vive Vientre, Vive Tierra, Vive, Vive por mi,
pues ya nosotros tus hijos no pudimos vivir para ti.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos la estamos cargando sin remisión, y no hay pecado más grande en la tierra que cargarte a tu madre.
Como siempre tus letras de 10.
Besos querido amigo

Kelly dijo...

Me alegro de verte por aqui.

Saludos!!

Angeles dijo...

Excelentes palabras para una cruda verdad, la muerte de nuestra Tierra que es nuestra propia muerte.

Abrazos!!

Muchacha con sombrero dijo...

Caí en su blog. Me ha gustado mucho. Verdaderamente una se pregunta cómo es posible que la especie humana haya desorrollado una capacidad tan arrolladora como para acabar con todo todo todo...

Anónimo dijo...

Un abrazo Rogelio, cuánto tiempo...
espero que todo esté bien.

Un Colibrí Viajero dijo...

Una verdad tan clara y precisa he encontrado en sus letras un placer leerlo, y ojala seamos mas los seres humanos que tomemos conciencia de esta desvastación a nuestro hogar, nuestra tierra, me he quedado emocionada, mis cordiales saludos porteños.

Anónimo dijo...

No dejes de escribir... por favor.
Un abrazo y cariño inmenso