Solo le quedaba por casa el cuerpo
por cielo la brevedad de una idea
y sus dudas por vespertino infierno.
Solo le quedaba un vacilante ahora
paralizado por un nunca constante.
Solo le quedaba elegir...
mientras contemplaba ensimismada
la intermitencia del valor.
¡Ella tenía que elegir!...
Tenía que hacerlo con urgencia,
a la vez con calma y prudencia.
¡Tenía que elegir!...
por cielo la brevedad de una idea
y sus dudas por vespertino infierno.
Solo le quedaba un vacilante ahora
paralizado por un nunca constante.
Solo le quedaba elegir...
mientras contemplaba ensimismada
la intermitencia del valor.
¡Ella tenía que elegir!...
Tenía que hacerlo con urgencia,
a la vez con calma y prudencia.
¡Tenía que elegir!...
pero le quedaba solo un segundo.
8 comentarios:
Me encantó!!! simplemente lindo...así son a veces las desiciones que hemos de tomar en la vida, con prisa pero con calma, con prudencia.
Te quiero mucho mi RO.
Gracias Mary, mi jardinera fiel. Yo también te quiero mucho, saludos a las peques.
A mi también me encantó... Solo se necesita medio segundo para escuchar al coazón....
Un abrazo
¡Veronika bienvenida!, gracias por tu tiempo. Sí, la inminencia de las decisiones, hoy en día...
entonces le quedaba mucho
nada es eterno, solo existe la temporalidad de lo eterno, y ese segundo... puede serlo.
Acertadísimo Caperucita, amiga querida.
El tiempo se reduce al ahora, todo lo que sucede y sucederá, tiene lugar ahora, en ese segundo que es eterno, y que nos empeñamos en limitar, despediciar y envanecer.
Gracias por tu ahora amiga, y sigamos adelante... sin tiempo.
gracias por llegar a donde Freyja abraza y yo escribo
mil besitos y que mañana sea un gran dia poeta
besos y sueños
Inestimable poeta, aquello que se puede encerrar en un segundo, lo breve, lo tan breve , es lo profundo.(humildemente)
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