Encuéntrame

Encuentra mis apegos
en tu sueño cercano
y en los vientres amplios
de tus pupilas negras.

Encuéntrame en los intentos
por ser valientes y ser amantes,
por ser eterno en tus instantes
y develarme la conciencia
con tus estigmas de amor.

Encuentra mis temores
en la final bocanada
con que amenaza cobarde el tiempo,
y destílame la vida-pulpa
a partir de cáscaras humanas.

Cuando Sol cantes la luz
o llora Luna las noches,
encuéntrame tendido
de cara al cielo,
ultrajando a la soledad
con la memoria desnuda.

Encontrándote como a la muerte,
inevitable y compasiva,
con los anhelos paridos por la fe
y la renuncia calma a la resurrección.

Encuéntrame entonces,
dispuesto a morir en ti
para vivirte sin tiempo,
para que tomes mi aliento
y gestemos al respirar
un hijo de la eternidad.